Aparentemente esta Navidad deberemos preocuparnos por algo más que por recibir un par de calcetines o una corbata nueva. Investigadores de la UCLA han descubierto que durante el proceso de "pelar" cinta adhesiva (al vacío, claro) se produce una emisión de rayos X que puede llegar hasta los 30 keV: suficiente para generar una imagen clara de nuestros huesos de la mano o para ionizar el aire alrededor de la muestra (lo que haría que en la oscuridad se viera una fosforescencia azul).
¿Poco creíble verdad?
Aquí la secuencia de imagenes:
